Plato originario de la gastronomía vasca, habitual durante la Cuaresma y de origen humilde que se elaboraba con productos que nunca faltaban en la huerta: puerros y patatas.
Pensaba que esta receta tendría que quedar para mejor ocasión pero puesto que han vuelto los fríos invernales me parece buen momento para publicarla.
La purrusalda es un plato que desde siempre he visto en casa, probablemente debido a mi ascendente vasco, aunque no es habitual en todas las regiones. Mi madre siempre nos la hacía pero en su versión "viuda", es decir sin pescado ni carne, pero es verdad que en muchos lugares como en el País Vasco es típico que ésta incorpore bacalao.
La porrusalda es un plato clásico, fácil, sano, barato y rico que tiene como ingrediente principal el puerro gruesamente picado al que se añade patatas y habitualmente zanahoria y hortalizas como cebolla y ajo.
Los componentes de este plato son una maravilla de la naturaleza y el resultado final es delicioso. El puerro, junto a la cebolla y el ajo, forma en ese trío de alimentos que más protegen a las células frente a sus enemigos. Las virtudes de estas liliáceas se conocen desde tiempos inmemoriales y todavía hoy en día se consideran como unas poderosas barreras naturales contra los trastornos cardiovasculares y las infecciones.
Además la purrusalda es de lo mejor que hay para la limpieza después de un día de excesos, con un efecto diurético y laxante que ayuda a depurar y aligerar el organismo, ya que en su composición predomina el agua y es muy escaso su aporte en hidratos de carbono, por lo que es muy recomendada también para la batalla contra los kilos.
Por lo tanto, os animo a que la hagáis, resulta reconfortante en estos días aún fríos... en la próxima entrada espero poder traeros algo más fresquito.