La hamburguesa es un plato que suele gustar a todo el mundo y siendo tan fácil de hacer, merece la pena que las preparemos en casa por la diferencia abismal que existe entre una casera y una comprada en el súper.
Yo suelo reservar para este fin las partes feas que vienen con el corte del lomo o del solomillo de la vaca (oreja, rosario) y que me deslucen en la presentación del roastbeef, pero que son igualmente sabrosas y perfectas para picar y que suelo tener congeladas para estos usos.
Si no tenéis picadora, pedidle al carnicero que os pique la carne en el momento y seleccionad la pieza que os guste, que no tiene por qué ser carne de tercera.
Os aseguro que cuanto mejor sea la carne, también lo será la hamburguesa.
Si además utilizáis un queso de calidad y una mostaza rica triunfaréis seguro.